SOBRE MÍ

QUIÉN
Dicen que nuestro nombre nos marca, que los nombres “representan nuestra identidad, no sólo porque son una manera conveniente de distinguirnos el uno del otro, sino porque nos definen. El nombre que recibimos al nacer no es fortuito. Es, hasta cierto punto, profético”
Soy Carmen Sofía.
Carmen, en latín, significa canto o poema. Sofía, en griego antiguo, significa sabiduría.
No siempre ha sido fácil gestionar la convivencia de mis dos nombres, que tanto me definen. La pasión por la música y la pasión por saber. Hasta que el tiempo, que va colocando todo en su sitio, hizo que me diera cuenta de que Carmen y Sofía caminan juntas, reforzándose la una a la otra, aprendiendo la una de la otra, sosteniéndose mutuamente. El camino siempre ha sido el mismo, simplemente he tenido que detenerme un momento para ser consciente de que no había dos pares de huellas, sino un solo par con la fuerza de dos pisadas.
Soy Carmen Sofía y soy compositora. Así ha sido desde que tengo memoria.
QUÉ
Hay libros de 30 páginas, de 300 y de 853. Hay películas que duran 90 minutos, otras que duran 120 o 180. Las historias no se miden por cuánto duran, sino por cuánto nos han emocionado.
Yo cuento historias, no minutos, porque cada una necesita un tiempo para ser contada.
Me gusta pensar que lo que hago son películas un poco diferentes. Películas que se ruedan sin cámara, pero que tienen un verdadero argumento, personajes intensos y una banda sonora muy especial en la que nada es casual.
Mi cámara es un piano, mis argumentos son letras, mis personajes hablan a través de mi voz y la banda sonora se construye con pistas de audio, cientos de arreglos musicales y miles de sentimientos.
Visualizar la imagen de la película es fácil, sólo hay que dejarse llevar por todo lo demás. Esa parte os la dejo a vosotr@s.
CÓMO
¿Sinceramente? No tengo ni idea …
Escucho las canciones en mi mente antes de escribir una sola línea, antes de tocar una sola nota. No soy yo quien elige el momento en el que deciden materializarse, yo sólo abro la puerta para que den el paso de salir a la luz. Lo que vivo, lo que escucho, lo que veo, lo que pienso, lo que sueño; las cosas que me hacen feliz, las que me hacen daño, las que me ilusionan, las que me desaniman, las que me hacen fuerte, las que me aterran … van creando una historia, esa historia que quiero contar como si fuera una película.
Puede empezar con una palabra, con un título, con una melodía que, veces, sólo soy capaz de tararear. Pero una vez comienza, es imparable, así que tengo que sentarme al piano y dejar que cobre vida. Después de eso empieza el trabajo duro: instrumentos, arreglos, ritmos, coros… hasta que lo que escuchaba en mi cabeza se hace real para que también vosotr@s podáis escucharlo.
